"...Con demasiada frecuencia oimos a personas bienintencionadas afirmar que un determinado niño se comporta muy bien con ella y que su conducta puerilmente regresiva y dificil con su madres debido a que ella le trata de un modo absurdo: generalmente el reproche que se le hace a su madre es que consiente demasiado a su hijo. Tales críticas están a menudo fuera de lugar y con frecuencia son manifestaciones más de la ignorancia que la persona que critica tiene sobre cómo son los niños, que de la incompetencia de los padres. Inevitablemente, la presencia de la madre o del padre produce sentimientos primitivops y turbulentos no despertados por otras personas. Esto es incluso cierto en el mundo de las aves. Los pinzones jóvenes que son ya suficientemente capaces de alimentarse por sí solos, a veces comienzan a solicitar alimento de un modo infantil cuando ven a sus padres"
Bowlby J. "Vinculos afectivos. Formación, desarrollo y pérdida". Ediciones Morata. Madrid: 1986
